domingo, 24 de octubre de 2010

MAMI NOOO

Hasta hace algunos días pensaba que mi mamá era el único ejemplar en el misterioso mundo de las madres, que tiene el viciecito de pasarme al teléfono a cuanta persona está a su lado cuando yo la llamo. Con sorpresa y alegría descubrí que no sólo mi mamá tiene semejante maña, sino que al parecer es una característica común en el oficio de ser mamá.

No sé si ha usted le ha pasado, a mí me sucede con frecuencia. Cuando llamo a mi mamá para saludarla, le rezo a todos los dioses del universo para que esté sola. De lo contrario, me espera una larga conversación con alguna tía abuela, la cual no conozco; un primo lejano de mi bisabuelo o alguna amiga de mi madre que la última vez que me vio, fue cuando yo tenía seis u ocho horas de nacida. Ya te paso a “julanita”, dice mi madre, para que la saludes y le cuentes de tu vida. Lo único que alcanzo a decir es: Mami NOOO. Para que la situación sea aún más vergonzosa, siempre mi desconocido interlocutor alcanza a escuchar mi grito desesperado de NOOO. 

- Acá estoy con la prima Rosario, te acuerdas, la hija del hermano José de mi papá, la que vive en Sonsón.
- No me acuerdo. Digo con la esperanza de que al menos por una vez los dioses me escuchen, y no suceda lo que a continuación están ustedes por leer.
- Ya te la voy a pasar, dice mi mamá.

Y es en ese instante cuando empieza un interrogatorio que ya quisiera el FBI o la DEA tener un investigador con semejantes habilidades.

- ¿Mijita y usted ya se casó?
- No señora, todavía no.
- ¡NO! ¿Cómo así? ¿Cuántos años es que tiene?
- 38.
- ¿38 y no se ha casado? Ya la está cogiendo la tarde. Pero me imagino que tiene novio.
- No señora
- ¡Tampoco! Muy raro. Algún problemita debe usted tener para que a su edad no haya conseguido marido. Yo creo que ya se quedó para vestir santos. ¿Mija y usted a qué se dedica?
- Escribo.
- ¿Escribe? Con razón no se ha casado, ni se va a casar, a los hombres no les gustan las mujeres que piensan demasiado. Además, de eso se va a morir de hambre; no ha pensado mejor en la modistería.
- Hasta luego señora que esté muy bien, saludes a mi mamá y dígale que la vuelvo a llamar para Navidad.

Si al menos preguntaran sobre temas generales y de conocimiento público, como la buena alcaldía de Samuel Moreno, la inocencia de Uribe en el caso de las chuzaDAS o las desinteresadas contribuciones de los floricultores a la campaña de “Uribito”. Pero no, estos personajes insisten en indagar, siempre, sobre temas que luego puedan ser sustrato de chismes y especulaciones. Le pido públicamente a mi mamá que no me vuelva pasar a nadie al teléfono sin previo consentimiento de mi parte. 

Si usted es mamá y comete este tipo de atropello, le pedimos en nombre de La Asociación de Hijos Victimas del Teléfono, que reconsidere su comportamiento y solo le pase a su hijo llamadas estrictamente necesarias. Entiendan que no queremos hablar con ninguna tía, prima, amiga o cualquier otro individuo. Primero, es un acto de cobardía salirse del pariente entrometido endosándoselo a su pobre hijo indefenso; y segundo, que si ustedes no quieren hablar con el sujeto en cuestión qué les hace pensar que nosotros sí.

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